¿Cómo limpiar la nevera?
La higiene es fundamental para mantener en condiciones nuestra nevera. Es allí donde conservamos la mayoría de los alimentos y, si no cuidamos la limpieza de forma rigurosa, pueden acabar contaminados.
Precisamente por ello, es aconsejable limpiar el frigorífico a fondo con cierta asiduidad. Como mínimo, cada 3 meses. Además, hay que prestar atención a su mantenimiento para evitar malos olores o intoxicaciones.
Por otro lado, debes saber que mantener limpia la nevera nos ayuda a gastar menos energía y ayudar a que el electrodoméstico tenga una vida mucho más larga.
Pasos previos antes de limpiar la nevera.
1.Lo primero que debes hacer es apagarla, desenchufar el frigorífico de la toma de corriente.
Además de aumentar tu seguridad durante el proceso, evitaremos un gasto inútil de energía. El motivo es que, durante la limpieza, tendremos abiertas de par en par las puertas de la nevera y, si no la apagas, el termostato que lleva incorporado no dejará de funcionar.
A continuación, te aconsejamos que coloques paños o papel de periódico en el suelo, para absorber los posibles restos de agua que pueden producirse. Ten en cuenta que, para limpiar la nevera, también vamos a desactivar el congelador. Si quieres acelerar este paso del proceso, puedes colocar un recipiente de agua bien caliente en su interior.
2. A continuación, saca todo el contenido del frigorífico.
Es imprescindible que tanto la parte superior como la inferior queden totalmente vacías, por lo que hay que sacar todos los alimentos que haya en la nevera y en el congelador.
En ese sentido, la previsión puede ayudarte: espera a limpiar la nevera cuando menos cosas tengas almacenas para que el trabajo sea más fácil y llevadero.
Además, durante el proceso, debes conservar los alimentos de forma correcta: ponerlos en una nevera de camping con bloques de hielo, envolver los alimentos congelados en papel de periódico, etc. Por cierto, es un buen momento para deshacernos de productos y alimentos ya caducados o que lleven demasiado tiempo conservados.
3.El siguiente paso es desmontar y sacar las baldas y estantes del interior.
Deja el interior de la nevera y del congelador lo más diáfano posible para facilitar la limpieza. Saca o desmonta todas las piezas extraíbles para limpiarlas luego adecuadamente.
Empieza el proceso de limpiar la nevera a fondo.
1.Hay que empezar por lavar las juntas de las puertas.
Para ello impregna una bayeta con agua y vinagre. Si ves que hay restos de moho producidos por la humedad, puedes usar lejía mezclada con agua para eliminarlos y ayudarte de un pequeño cepillo para llegar a todos los rincones.
2.Limpia bien los elementos extraíbles.
Usa el fregadero o la bañera para lavar a fondo con agua caliente y jabón las baldas, los estantes, los cajones, las hueveras, etc. Si la suciedad persiste, puedes dejar las piezas a remojo un rato en el agua jabonosa para que se ablande. Y, si contienen restos de grasa, utiliza algún desengrasante para eliminarlos.
Cuando hayas acabado, déjalos escurrir bien y, en el último momento, secalos bien con un paño antes de volver a colocarlos en su sitio.
3.Limpia el frigorífico y el congelador por dentro y por fuera.
Para el interior puedes usar agua con bicarbonato de sodio, aunque también venden productos específicos para ello. La clave está en eliminar la suciedad, pero también los olores acumulados. Para esto último, suele funcionar muy bien el limón y el vinagre.
Para la parte exterior, impregna un paño con agua y vinagre y seca bien toda la superficie cuando acabes de repasarla.
Y, para finalizar, los últimos detalles.
1.Vacía el depósito de drenaje.
Suele estar ubicado en la parte baja de la nevera. Es un recipiente pequeño donde se acumulan líquidos y que suele oler bastante mal. Por eso, es aconsejable limpiarlo con agua y lejía para desinfectarlo bien. En cualquier caso, consulta las recomendaciones que suelen hacer los fabricantes para asegurarte de no estropear nada.
2.Por último, limpia la parte posterior de la nevera.
Elimina todo el polvo que suele acumularse en esta parte, sin dañar las bobinas. Aquí puede ser útil usar la aspiradora para quitar las pelusas y acabar con la suciedad.
De esta forma, habrás completado con éxito el proceso de limpiar la nevera de forma eficaz y segura.